La reforma escolar es para muchos docentes hoy la culpa de todos los males dentro de un colegio. Parece ser que es el buque hundido del cual hay que entregar todas las responsabilidades menores.
Una de las defensas es que desde las bases de la implementación dentro de los establecimientos las políticas no funcionaron. “La reforma del sistema escolar es una tarea compleja que supone proyectos de ley, diseños de política pública, estudios comparados, la aplicación de programas y medidas y su continua evaluación, pero además, y sobre todo, deliberación ciudadana”
[1].
La reforma, en sus ejes, 1. Programas de mejoramiento e innovación 2. Reforma curricular 3. Fortalecimiento de la Gestión Docente 4. Jornada Escolar Completa[2] ha tenido dificultades en sus resultados. Después de todo, es un proceso que aun no ha terminado. De lo que estamos seguros es de lo siguiente: inyectando millones de pesos no se solucionará la grave falla que existe en educación.
Durante el debate que presenciamos, escuchamos sobre quién tiene la culpa en la enseñanza, entre ellos encontré los siguientes actores culpables:
- los creadores de la reforma
- los legisladores
- los profesores
- los directores y los administradores de colegios
- los alumnos
- etc.
Un hecho que me intriga es el de nuestra futura profesión: la forma en cómo después de tan magros resultados (PISA 2000 y SIMCE) la labor docente sea la crucificada en todo esto. “Los profesores, una profesión tan esencial para el desarrollo país, asumen como suya la idea de transparentar su desempeño y exponerse al análisis público. Ninguna otra profesión o cuerpo colegiado puede mostrar un hecho de esa naturaleza: dejarse evaluar masivamente y que los resultados se expongan públicamente. Este es un hecho de relevancia en tanto nos dice cuál es la realidad de las competencias profesionales de nuestros docentes”. Y es cierto: ni entre los doctores, ingenieros, abogados, jueces, legisladores hay una evaluación de los problemas sociales y estructurantes de la sociedad, y son mirados a la luz pública sus resultados. Y en ello, todos, o sea profesores de muy diversa formación: profesores normalistas, profesores habilitados que ingresaron al sistema en el período de expansión de la educación básica durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva y profesores egresados de las universidades e institutos profesionales. Da para pensar en cuán discriminatorios somos para culpar la primera fachada de lo que se observa de personas que incluso han sido grabadas en sus clases para ser evaluados.


[1] Brunner, José Joaquín y otros. “La reforma al sistema escolar: aportes para el debate” Universidad Diego Portales, Mayo, 2007
[2]Castañeda, María Teresa “MATERIAL INSTRUCTIVO: EL JUICIO: TÉCNICA DE INTERVENCIÓN EDUCACIONAL” 2007

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